APRESURADA Y CONTAMINADA COMUNICACIÓN DE NAVIDAD

APRESURADA Y CONTAMINADA COMUNICACIÓN DE NAVIDAD

Por: María Fernanda Barrientos Soto, Comunicadora Social

Cada año octubre se disfraza de Navidad y comercialmente compite con superhéroes, catrinas, payasos y fantasmas que más parecieran volaran hacia la fecha del nacimiento del Niño Dios. Noviembre prácticamente desapareció del calendario y desde antes de tiempo diciembre ya se encuentra apoderado de los centros comerciales, los almacenes y las casas.

Pero ¿cuál es el afán de armar tan pronto el arbolito de navidad y el pesebre? Para los comerciantes la estrategia es clara, más allá del sentido espiritual de esta fiesta, se trata de aumentar las ventas y lograr los objetivos planteados.

Según cifras que destaca Fenalco, para el 61% de los negociantes, históricamente, el comportamiento de sus ventas en fin de año ha aumentado en un 29%; para el 26%, por el contrario, ha disminuido en un 33%;  y para el 13% han permanecido igual a los de meses anteriores.

Por ello recurren a la navidad temprana. En promedio el 49% de los negocios decoran su establecimiento para la temporada navideña a finales de noviembre, el 31% lo hace al comienzo de diciembre; y  el 16% lo realiza desde octubre, mientras que el 4% restante no lo hace, tal como lo afirma Fenalco.

A esto se suma la música decembrina, que se toma las emisoras para ocupar el tiempo al aire con concursos de aguinaldos y anuncios navideños, invitando a las personas a aprovechar los descuentos de los establecimientos de consumo.

Sin embargo, la celebración de esta fecha anticipadamente  genera en las personas la llamada “ansiedad de bolsillo”, producida por la necesidad de comprar regalos, viajes, cenas navideñas y hasta  adquirir útiles escolares, pagar matriculas del colegio y renovar los uniformes de los niños. De esta forma, compramos más y aumentamos nuestras deudas, por el uso excesivo de las tarjetas de crédito.

No obstante, el efecto en las ventas no se debe únicamente al vitrinismo de las tiendas sino que hace parte de una estrategia de comunicaciones conjunta, como en el caso de las grandes y medianas marcas, la cual debe diseñarse con antelación.

Los medios de comunicación se convierten en agentes claves para promocionar los productos, por ello lograr publicaciones en los mismos es ideal. A esto se debe sumar el papel de las redes sociales, encargadas de interactuar con la comunidad por medio de concursos, videos, imágenes, vales de descuento y publicidad.

Y finalmente el marketing de contenidos, que juega un rol fundamental, pues conecta a los clientes con la época navideña por medio de ideas y consejos sobre decoración, regalos, menús y toda aquella información que les pueda ser útil a los públicos de interés.

Este es un claro ejemplo de neuromarketing, estrategia utilizada para exponer a las personas a diferentes tipos de estímulos, con el fin de conocer sus comportamientos  y dirigir sus decisiones en pro  de un objetivo específico.

Es así como las mentes y emociones son sujetas a cambios de forma casi imperceptible. El reto lo tenemos nosotros como consumidores, quienes debemos aprender a disfrutar cada una de las temporadas sin caer en la tentación de adelantar el tiempo para poder consumir más, sin verdadera necesidad.

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