EL REVOLCÓN DE META Y MUSK

EL REVOLCÓN DE META Y MUSK

Por: Javier Mojica, Comunicador Social y Periodista

 El crecimiento sin control de algunas empresas genera, en ocasiones, problemas posteriores que afectan a la organización, sus empleados y la reputación de la misma. Este ha sido el caso de todo tipo de empresas, pero en esta ocasión hablaremos de las tecnológicas, especialmente de Twitter y Meta.

Finalmente, se dio la venta tan esperada de Twitter a Elon Musk, se dijo que se iba a retirar de la transacción, pero esto le salía mucho más caro que comprar la compañía. El magnate ya había advertido de algunos cambios que haría al momento de su llegada y efectivamente esta semana todo se está haciendo realidad.

Uno de los primeros movimientos fue salir de la bolsa de Nueva York, lo que ha generado opiniones encontradas. Por otra parte, empezará a aplicar un cobro a los chulitos azules de verificación, los cuales usaban las cuentas de personas influyentes, con la promesa de reducir la cantidad de anuncios en la plataforma. También ha asegurado que va a abrir el algoritmo de Twitter, dando transparencia a la tecnología utilizada para personalizar el contenido. 

Todos estos cambios los hace para mejorar la capacidad de la aplicación y también porque es: “importante para el futuro de la civilización tener una plaza pública en línea donde una gran variedad de opiniones pueda debatirse de manera saludable, sin recurrir a la violencia”, aseguró Musk en uno de sus tuits.

Sin embargo, no todos estos cambios son positivos. Después de una semana de cerrado el trato, Musk despidió a miles de trabajadores, cerca del 50 por ciento de los 7.500 empleados en el mundo. El recorte de personal sucedió en Estados Unidos, Europa y Asia.

Los empleados recibieron sorpresivamente un correo electrónico, el cual comunicaba que no eran más necesarios para la compañía, que las pérdidas de twitter rondaban los 4 millones de dólares diarios y que esperaban comprensión. Muchos de estos empleados ya están uniéndose para entablar una demanda contra la compañía por violar algunas reglas de empleo en Estados Unidos a pesar de que se les otorgó 3 meses de indemnización.

Así mismo, fueron despedidos altos ejecutivos de la marca, como Rag Agrawal (CEO), Ned Segal (CFO) y Vijaya Gadde (jefe legal), una fuerte señal de que las cosas van en serio y que la transformación es total. 

Otro ejemplo de estas conductas es Meta, la empresa que dirige Mark Zuckerberg publicó un comunicado en el cual piensa despedir 11.000 empleados este año, es decir el 13 por ciento de toda la organización. Estos cambios son para mejorar la eficiencia de la compañía y contribuir con los objetivos a futuro, según dice en uno de los apartados.

No se sabe bien cuales son los objetivos de Elon Musk con twitter, ni tampoco el futuro de Meta, lo que sí sabemos es que estas decisiones tan drásticas afectan la reputación y el valor de la compañía, a pesar de ser empresas que manejan tantos recursos e información, no son ajenas al cambiante mercado y a la economía. 

El estilo del presidente de Twitter es diferente, no juega con las reglas establecidas, sino que tiene sus propias formas y canales de comunicación, lo que puede ser negativo por la inestabilidad del propio dueño de la organización. Sin embargo, es uno de los hombres más ricos del mundo y ha podido sacar a flote muchas otras compañías, así que no hay una última palabra todavía en este tema. 

Por último, los cambios drásticos no son buenos para las organizaciones y mucho menos las peleas en los tribunales, por lo cual es mejor establecer las reglas claras desde el comienzo y darle a los obstáculos, el trámite correcto desde la perspectiva de la comunicación organizacional. Los grupos de interés siempre quieren trabajar con organizaciones que respeten al sector y que su comportamiento sea responsable para no afectar el valor y la reputación de todo el entorno empresarial.

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