REDES SOCIALES: ¿ARMA LETAL PARA LA JUVENTUD DE HOY?

REDES SOCIALES: ¿ARMA LETAL PARA LA JUVENTUD DE HOY?

Por: Carolina Mejía, Comunicadora Social y Periodista

El pasado 27 de noviembre Ana Lucía Fuentes, estudiante de diseño de la Universidad de Los Andes, tomó la decisión de quitarse la vida a raíz de un video publicado en Snapchat, en el cual su novio o exnovio se besaba con otra mujer.

Con solo 20 años, esta joven, oriunda de Valledupar y con un futuro prometedor, bebió una sustancia mortal que terminó con todos sus sueños, aparentemente a causa de una decepción amorosa que confirmó a través de una red social.

Este lamentable hecho nos ratifica el bien y el mal que estos medios le hacen a la sociedad, sobre todo a jóvenes que consumen a diario información a través de ellos e inciden en un gran porcentaje en su estilo de vida y salud mental.

Es preocupante ver que las cifras de niños y adolescentes que se suicidan van en aumento, a causa de lo que ven o reciben en redes sociales. Posterior a la muerte de Ana Lucía, la Revista Semana indicó en un artículo de su página web un estudio publicado recientemente por expertos de la Universidad Estatal de San Diego, Estados Unidos, el cual afirma que “la cantidad de tiempo que los jóvenes pasan frente a una pantalla está estrechamente relacionada con el aumento de la depresión y el desarrollo de las conductas y pensamientos suicidas”.

Según la Revista Semana, en Colombia el panorama no es alentador; “el último Informe Forense del Instituto de Medicina Legal demuestra que el número de suicidios entre 2016 y 2017 ha aumentado significativamente. Mientras que para octubre del año pasado 1.662 personas se habían quitado la vida en el país, en el mismo lapso de este año la institución ya había registrado 1.944 casos. De esas muertes, 288 corresponden a jóvenes de 20 a 24 años; 85, a niños de 10 a 14 años; y 103, a adolescentes entre los 15 y 18 años. En total, hasta octubre de este año, ya se han registrado 28 casos de suicidios adolescentes más que el anterior”.

Es así como la soledad, el matoneo y la envidia por las vidas “perfectas” que se ven en redes sociales hacen de las suyas en la salud emocional del ser humano y, con mayor relevancia, en niños y adolescentes que apenas están direccionando su vida y proyectando un futuro. A esto sumémosle los grupos cerrados que proponen juegos e incitan a actos destructivos, a los que están expuestos los más jóvenes sin la supervisión correcta de padres y familiares, haciendo un mal uso de estas tecnologías y trayendo como consecuencia actos fatales.

Hace poco, hablé con la mamá de una niña de 14 años, compañerita de mi hija en su preparación para el Sacramento de la Comunión, quien me contó lo difícil que ha resultado para ella el manejo de la adolescencia de su hija, a pesar de ser una niña llena de amor, de atención y de sobreprotección. Ese día me confesó que su pequeña había llegado a cortarse sus brazos para sentirse parte de un grupo social, el cual se comunicaba por redes sociales.

Los estudios y expertos en el tema confirman que el suicidio siempre ha existido y siempre existirá, pero ahora con las nuevas tecnologías los factores de influencia y los riesgos son mayores, creándose una “subcultura al suicidio en redes sociales”.

Ahora bien, las redes sociales también han sido medio de expresión para que aquellos que tienen tendencias suicidas den muestras de sus deseos, antes de cometer el acto en sí. Es entonces cuando los dueños de estos emporios virtuales deben tomar cartas en el asunto y comenzar a asumir responsabilidades, brindando soluciones para evitar que las cifras sigan en aumento y evitar la muerte de tantas personas.

Conscientes de esta situación, algunas redes sociales han venido trabajando en sistemas de inteligencia artificial para contrarrestar el tema del suicidio a través de estos medios. Un ejemplo de esto son Facebook e Instagram, quienes utilizan herramientas para detectar usuarios que a través de mensajes y comentarios en sus perfiles estén contemplando la idea del suicidio. En estos casos, equipos especializados de estas redes intentan intervenir con la persona, sugiriéndole maneras de buscar ayuda, así como teléfonos de emergencias o centros de ayuda profesional.

"Esta aplicación de la inteligencia artificial hará que el botón para reportar un post sobre suicidio o autolesión esté más visible en los perfiles para usuarios con actitudes preocupantes", explicó Facebook en un comunicado hace un tiempo. “El botón al que hace referencia es una opción que aparece en el menú desplegable de las publicaciones y que te permite reportar el contenido de un amigo si crees que va a poner en peligro su vida”.

Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos, los expertos aseguran que la mejor manera de evitar los suicidios a causa de las nuevas tecnologías es reduciendo su uso. La gente se inmersa en estos mundos virtuales, en los que las vidas “perfectas” de amigos y conocidos, en las cuales el número de seguidores y likes mandan la parada, así como las amenazas y el matoneo del que son víctimas muchos, fortalecen sentimientos de depresión y frustración, que no son notorios en su entorno más cercano.

Padres y familiares debemos estar más alerta que nunca; podemos creer que en casa nuestros niños y adolescentes simplemente pasan por las etapas normales de la vida… pero en la realidad que cada uno afronta están las nuevas tecnologías, latentes y a cualquier hora del día, contribuyendo a sus pensamientos, emociones y con las que muchas veces pasan la mayor parte de su día.

No hay comentarios

Agregar comentario