¿QUÉ TAN CORRUPTO SOY?

¿QUÉ TAN CORRUPTO SOY?

Por: Valeria Esteban, Comunicadora Social – Periodista

Constantemente  hablamos de cómo algunos dirigentes de nuestro país se ´untan´ de corrupción, tanto así que el tema se ha convertido  en caballito de batalla de campañas políticas. Pero vale la pena preguntarnos ¿hasta qué punto nosotros mismos lo somos y cómo nuestras acciones suman para que nuestra  querida Colombia siga como está?

He aquí un cuestionario que le permitirá saber si usted hace parte de este “victorioso” grupo:

1- ¿Ha mentido alguna vez, para conseguir algo que necesita?

2- ¿Hizo trampa en el colegio con algún examen para el cual nunca estudio?

3- ¿Se ha quedado con el dinero de más que sin querer le devolvió la cajera del supermercado?

4- ¿Ha estado en un restaurante y al revisar la cuenta, sabe que le dejaron de cobrar algo que consumió y se queda callado para no pagar más?

5- ¿Ha realizado algún cruce prohibido en su vehículo solo por ahorrar tiempo?

6- ¿Cuándo un policía de tránsito lo detiene, se le ha cruzado por la mente darle ´alguito´ para que no le ponga el parte?

7- ¿Ha solicitado incapacidad en su EPS sin necesitarla, solo para no ir a su oficina?

8- ¿Ha pedido medicamentos o tratamientos que no necesita quitándole la oportunidad a los que verdaderamente los requieren?

9- ¿Le ha robado tiempo a su trabajo revisando más de la cuenta sus redes sociales?

10- ¿Ha pedido permiso en su trabajo para asistir a citas médicas, pero realmente  es para realizar asuntos personales?

11- ¿Ha recibido ´tajada´ por algún negocio que aprobó dejando sin oportunidad a los que realmente son competentes?

12- ¿Ha dejado de pagar puntualmente a sus empleados, anteponiendo sus necesidades personales por falta de organización?

13- Ha pedido garantía sobre algún producto, cuando sabe muy bien que el daño fue causado por usted?

14- ¿Le ha dicho a su pareja que va para un sitio, pero termina en otro lugar del que realmente no quisiera que nadie se enterara?

15- ¿Ha utilizado sus influencias para no seguir los protocolos pisoteando a los demás?

16- ¿Se ha colado alguna vez, para ganar tiempo sin importarle el respeto al ciudadano?

17- ¿Ha dejado de pagar una deuda, sabiendo que su obligación es cumplir?

18- ¿Ha comprado películas, libros o música  pirata?

Estas y una infinidad de preguntas más podríamos hacernos. Si contestamos afirmativamente por lo menos a cinco de ellas, sabremos que los corruptos somos todos, pero nos encargamos de señalar únicamente a los que de alguna manera se hacen famosos a través de los medios de comunicación, a aquellos que por alguna razón se les destapan sus ollas. Tomamos las redes sociales y damos rienda suelta para insultar y exigir ´justicia´. Somos víctimas de la doble moral cuando acusamos al resto, pero no cuestionamos nuestro accionar.

Los medios de comunicación tradicionales deberían encargarse de ayudarnos a ser mejores ciudadanos, a ser más honestos. ¿Qué tal si en lugar de hacer tantos realities y novelones, realizan programas que sean igual de atractivos, que vendan y aunque no lo parezcan tengan su carga educativa y siembren la semilla de construir un mundo mejor?

Para no ir muy lejos, en México existe hace 10 años la Organización Internacional Educación para Compartir, buscando formar mejores ciudadanos desde la niñez, que a través de juegos enseña a papás y educadores  en convertirse en agentes de cambio para solucionar cualquier reto que se presente en la comunidad y han logrado pequeños pasos en el mejoramiento de la honestidad.

Nos falta mucho para no seguir viendo la paja en el ojo ajeno, sino la viga en el nuestro.Empecemos desde ya a sumar al cambio, transformar nuestra cultura corrupta y convirtamos a Colombia en el país ejemplo que tanto queremos. Es momento de dar ejemplo y enseñarle a las nuevas generaciones que nuestros actos en conjunto  logran debilitar o fortalecer a una sociedad.

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