
Columna publicada en Portafolio/Por: Rodrigo Beltrán, presidente Bells Medios
Firmado el acuerdo de paz con Las Farc, se desarrolla una tarea dispendiosa, estratégica y trascendental en materia de comunicaciones para el Gobierno Santos ad portas del plebiscito: alcanzar el SÍ mayoritario con 4 387 118 de votos, que corresponden al 13% del censo electoral.
El Ejecutivo necesita un plan de comunicación agresivo, que complemente el que ha venido utilizando para informar eficazmente, sobre los movimientos y contenido de los acuerdos a los que se ha llegado para poner fin a más de 52 años de guerra.
En el campo de los medios masivos tradicionales, hasta el momento la difusión y pedagogía del acuerdo - Gobierno y Farc - realizada para un ciudadano del común, ha sido de gran esfuerzo, sin embargo en el caso de los canales privados de televisión - Caracol y RCN –los ejes editoriales han sido permeados por la polarización existente en la población frente al SÍ y el NO.
En el periodismo académico y clásico la regla universal es la imparcialidad, no obstante el televidente de estos dos canales se divide en el amigo del SÍ, con Caracol y el amigo del NO, con RCN. ¿Qué está sucediendo con la objetividad de estos dos grandes?
Los máximos niveles de polarización se han visto en las redes sociales, donde la subjetividad sobrepasa todos los límites. Lo peligroso, es que expertos aprovechan este escenario para manipular la opinión del SÍ y el NO, como es el caso de las fotografías con montajes de líderes deportivos, culturales, políticos, etc. Aquí radica sustancialmente el fenómeno de la desinformación que sufre el Proceso.
Así las cosas, el panorama es incierto faltando una semana para votar por el plebiscito. El reto para Gobierno y los del SÍ sigue siendo grande: todavía falta cautivar al ciudadano, lograr que se tenga información clara y no las dudas que la oposición, día a día, ha generado, especialmente en la población campesina afectada directamente por el conflicto. La comunicación y pedagogía, basada en un acercamiento directo con charlas informativas en las regiones, ha sido estratégicamente positiva para el Ejecutivo.
Para alcanzar un resultado ganador por el SÍ en el plebiscito, es importante que el gabinete de Santos muestre uniformidad en el discurso. Las recientes intervenciones de Humberto de La Calle en medios y foros han sido muy constructivas, claras y honestas en el mensaje, generando valor para la multiplicación del SÍ.
Aunque los comerciales de televisión también han estado en la línea de la sensibilización por el SÍ, faltaría más participación del ciudadano común y corriente como testimonios fehacientes en contra de la guerra.
El Gobierno, asesorado por expertos en comunicación, debe apuntar a aclarar dos dudas sensibles a través de mensajes estratégicos: primero, los dineros que recibirán los guerrilleros en contraprestación a su desmovilización; ha sido tan mal manejado este tema que en el imaginario de las clases populares existe la percepción de desigualdad, injusticia y traición. Segundo, la justicia transicional; ha generado la sensación de impunidad a actores de crímenes de lesa humanidad. Estos dos temas son clave y de no aclararse son susceptibles de dar como ganador al NO.
Internet y los medios digitales son un factor determinante. Estos canales se han convertido en la nueva herramienta democrática que permite realizar procesos de ‘gobernabilidad en línea’ para que, de forma masiva, se puedan impulsar diversas iniciativas que movilicen a los ciudadanos por medio de acciones de comunicación virales, que en la mayoría de los casos, son muy efectivas.
Hoy las redes sociales de la Presidencia cuentan con más de 448.000 ‘me gusta’ en Facebook, casi 18.500 suscriptores en Youtube, cerca de 610.000 seguidores en Twitter y 32.100 en Instagram, cifras suficientes para que, desde sus cuentas oficiales, se implemente una estrategia que le permita estimular la participación.
Son más de un millón de colombianos, -casi el 3% de los 34 habilitados para votar- que están activos y expectantes en lo que se ha denominado el ‘ciberactivismo político’, esperando que el Gobierno converse con ellos, por medio de sus códigos habituales de relacionamiento y socialización. Ahora es el momento de engancharlos.
En esta recta final, hay que impulsar el lenguaje del ciudadano de a pie, aprovechando las tendencias del momento con hashtags que se vuelvan masivos, como es el caso del #SíALaPaz, el cual demuestra el paso definitivo hacia una mejor Colombia. En esta área se debe intensificar el trabajo estratégico a la luz del plebiscito que se avecina.
Un reto se agrega a la estrategia del Gobierno: la oposición con sus mensajes ha logrado polarizar cada vez más a la opinión generando desinformación, politizando y persuadiendo a los ciudadanos con un enfrentamiento ente Uribe y Santos – el sí o el no en el plebiscito – cuando realmente lo que aquí se define es si el país debe terminar o no con la guerra. Bajo este principio también debe centrarse el mensaje estratégico en materia de comunicaciones del Presidente.
Los tiempos han sido cortos y no existe estrategia contundente, el lenguaje de las emociones estará por encima de lo racional a la hora de sufragar. Esta es una cruda realidad que va a imperar para que triunfe el sí o el no. ¿Será que más de 52 años de guerra no han entregado los mensajes suficientes para un SÍ?, o por el contrario ¿han creado un mensaje de resentimiento para el NO?.


