PELOTA FUERA DE LUGAR

PELOTA FUERA DE LUGAR

Por: Rodrigo Beltrán - presidente Bells Medios  

Si le preguntamos a una mujer qué significa el fútbol, todavía es fácil encontrar una definición peyorativa: “22 hombres detrás de una pelota” Para otros, tanto hombres como mujeres en países como Italia o Argentina y el mismo Brasil, el fútbol es una religión, es un acto sublime lleno de pasiones, sueños, retos odios y amores, alrededor de un clima que contagia. Es un acto sano y competitivo.

El mundial, cada 4 años es el evento que aglutina millones y millones de aficionados de todo el planeta. Y millones de dólares en inversión y ganancias. Pero es particular lo que ha sucedido con él futbol mundialista en Catar, se ha salido de todo límite y el escenario sede de la actual versión 22 de la historia del balompié, ha sido señalado por su manejo de censura y a la vez de ser más que tibia ante los derechos humanos. El inicio del mundial encontró en la libre opinión un ambiente poco usual.

La vitrina que significa participar activamente logró que jugadores de algunas selecciones se manifestaran frente a temas de libertad sexual, sobre el particular, The Economist hizo una notable defensa a los que acusan al estado de Catar de ser obtuso frente a la comunidad gay y otras, en el análisis la prestigiosa publicación asegura entre otras: “La afirmación de que Qatar es una guarida de homofobia también es engañosa. El sexo gay es ilegal, es cierto, pero también lo es todo el sexo fuera del matrimonio. Sin embargo, hay pocos enjuiciamientos por violar estas leyes. Y esas leyes conservadoras pero rara vez aplicadas son comunes en gran parte del mundo en desarrollo y en casi todos los países musulmanes. Qatar apenas se destaca.” concluye la revista económica más importante del mundo.

La polémica también se amplió al tema político, social y de respeto a los derechos de las mujeres como es el caso de Irán, cuando jugadores de su selección no quisieron entonar el himno de su país en pleno acto protocolario. Y fueron muchas las voces que “aprovecharon” la vitrina y la audiencia en el planeta para manifestarse, crear conciencia, protestar y hasta confundir ¿todo esto algo justificado?

Para tener una idea, por ejemplo, se afirma en medios internacionales de prensa que la ley Sharia de Qatar significa que la actividad sexual entre personas del mismo sexo tiene castigos que van desde siete años de cárcel hasta la muerte por lapidación.

Gianni Infantino, presidente del organismo rector internacional del fútbol FIFA, afirmó al canal de televisión británico y la plataforma informativa Sky News, frente a las polémicas: "Por supuesto que no soy qatarí, no soy árabe, no soy africano, no soy gay, no soy discapacitado, pero tengo ganas, porque sé lo que significa ser discriminado, ser intimidado, como extranjero en un país extranjero ¿Qué haces entonces? Intentas comprometerte, hacer amigos, no empieces a acusar, a pelear, a insultar; empieza a comprometerte. Y esto es lo que deberíamos estar haciendo”. Finalmente, la Fifa hizo respetar la norma y las manifestaciones y cintas alusivas a movimientos sexuales no se permitieron en el campo de juego.

Oportunista, ridículo, absurdo y para muchos poco coherente que medios de comunicación tradicionales, virtuales, redes sociales y opinión en general se hayan metido a alimentar las posiciones libres encendiendo la polémica.

Muy poco racional escuchar o ver a expertos del tema del fútbol hablando frente al micrófono o preguntando en ruedas de prensa a los propios jugadores, y profetizando sobre temas sociales, políticos y de derechos humanos en el contexto del monumento y homenaje al deporte del fútbol. Todo lo anterior que definitivamente va en contra del objetivo y esencia de un mundial de estas características, basado en ir a jugar buen fútbol, y demostrar ser el mejor, un tema estrictamente deportivo que cuando se contamina, lo único que se logra es golpear la ilusión, hacerle daño a algo que millones de aficionados esperan para divertirse, y aplaudir a los atletas y selecciones exitosas. El mundial es una integración en paz donde las filosofías se respetan, pero no se discuten. Piense usted lo que quiera, expresase como desee, pero primero ubíquese en el lugar y el contexto en que esta.

La Fifa ganó el partido, demostró su fortaleza y no es la primera vez que sale adelante y le pone punto final a lo que va en contra con sus intereses y su historia, estemos o no de acuerdo con lo que encierra este organismo poderoso que ningún gobierno se atreve a tocar.

Mientras tanto, muchos de los comunicadores expertos en fútbol hicieron el oso, no se ubicaron quedando fuera de lugar y con tarjeta roja.

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