Por: Juan Pablo Pérez, Comunicador Social y Periodista
Por estos días, he recordado constantemente mis clases de comunicación social y periodismo, en las cuales me enseñaron la teoría de la`agenda setting` postulada por Maxwell McCombs y Donald Shaw, que consiste en la gran influencia de los medios sobre el público, al determinar qué asuntos poseen interés informativo y cuánto espacio e importancia se les da.
Precisamente esto sucede con el caso de María Andrea Cabrera, falleció el pasado 4 de febrero de este año por mezcla de alcohol y éxtasis, según informó Medicina Legal. A partir de esa fecha, la muerte de esta joven se convirtió en el pan de cada día de la agenda de los medios de comunicación.
No quiero entrar en detalles de este suceso, ya que existe información de más, pero un gran número de personas ya comparan este caso con el de Luis Andrés Colmenares, cuyos actores involucrados son miembros de las altas esferas de nuestro país y además son asesorados por varios de los abogados implicados en el proceso del joven de origen guajiro. ¿Por qué dar tantas vueltas con estos acontecimientos?. Por buscar lecturabilidad o rating, a veces los medios juegan con la delgada línea de informar o fungir como jueces.
Lo señalado anteriormente, incita a que el ciudadano de a pie, que poco se informa tiende a dar un juicio de valor, opine, muchas veces con odio, especialmente, en redes sociales sobre las constantes actualizaciones del lamentable suceso que le quitó la vida la mujer de 25 años. Es evidente que el estatus y poder de varios de los implicados genera un alto morbo y llama poderosamente la atención en la opinión de un país tan desigual. De hecho, es de no creer las continuas primeras páginas en medios de gran prestigio qué ha logrado este caso.
Cabe destacar que los familiares de la víctima prendieron la llama, especialmente por parte del general retirado Fabricio Cabrera, quien concedió entrevistas a importantes medios para limpiar el nombre de su hija. Sin embargo, esto no justifica el martirio que tienen que vivir los implicados en este hecho, ante el asedio de los medios de comunicación por generar clicks o rating.
Según La Fiscalía General de la Nación, nueve de cada diez asesinatos en Colombia quedan impunes, entonces ¿por qué somos tan selectivos y fijamos nuestras miradas y el desgaste de los medios solo en algunos crímenes que involucran gente de la alta sociedad y dejamos el resto sin importancia?
En ese orden de ideas, es importante exigir otros tipos de contenidos, mediante el no consumo diario de información que se convierte en trivial al ser tan repetitiva y solo afectar el interés de unos pocos. Así mismo, los medios deben manejar en su agenda información que busque la verdad, interés general y, sobre todo, rigurosidad periodística.
Nota: Ya que somos presas fáciles de las noticias falsas o medias verdades, hagamos el esfuerzo de no caer en estas. Es importante verificar fuentes y contrastarlas para acercarnos a la verdad, especialmente en la época electoral que estamos viviendo.
