Por: Juan Pablo Pérez, Comunicador Social y Periodista
La semana pasada, fue muy comentado en medios el caso de Luis Felipe Gómez, un empleado de Avianca, quien fue despedido por tener una conducta inapropiada, al recibir una copa de aguardiente, licor prohibido para consumo dentro del estadio de Saransk en Rusia. Hecho que fue aplaudido masivamente por los colombianos, especialmente en las redes sociales, lugar donde fue denunciado el irregular acto del turista.
Sin embargo, ¿a posteriori fue correcta esta sanción? En principio se puede interpretar que sí. Pero luego del calor del momento, se generaron muchos dilemas alrededor de este hecho. Por ejemplo, ¿fue demasiado el coctel mediático al que tuvo que ser expuesto el exempleado de Avianca, cuando no se tenía conocimiento, por parte de la opinión pública del contexto total en el que sucedieron los hechos?.
“Yo me vine para Rusia a disfrutar de mis vacaciones con mi esposa, fuimos a apoyar a la selección Colombia y en medio de la euforia me encontré con unos amigos colombianos quienes me ofrecieron un trago y yo por la emoción y por la situación lo acepté y me lo tomé e inmediatamente me devolví a mi puesto, donde me esperaba mi esposa sin saber lo que se vendría después”, explicó Luis Felipe Gómez en un video que subió a redes sociales, luego de ser notificado de la destitución de su cargo como Gerente regional de Avianca para Europa y Asia. Ver aquí
En ese orden de ideas, y teniendo más elementos de juicio, es prudente hacer los siguientes interrogantes: ¿fue apresurado el despido de este empleado de la aerolínea sin llevar a cabo un justo proceso? ¿Avianca actúa éticamente con un empleado que “infringe” la ley fuera del continente, pero, según dicen, persigue a los pilotos que hicieron parte de una huelga? Entonces, cómo clasificar los comentarios del Presidente de Avianca, al catalogar a los jueces en Colombia como llenos de mierda en la cabeza, ¿no es esta una declaración punible que deja mucho que desear para una persona de su nivel?
De hecho, la legislación laboral una organización no puede incidir en lo que hace un colaborador fuera de su horario de trabajo o cuando no está en representación de ella, según explica Juan Carlos Corral Profesor de gestión humana y Gerente de Desarrollo Humano de la Universidad EAN.
Y para cambiar de escenario, Lucas Ospina, columnista y profesor de la Universidad de Los Andes, hace la siguiente reflexión de los principales hechos que fueron noticias la semana pasada. “Mientras veíamos los partidos del mundial y nos rasgábamos las vestiduras por el comportamiento mañoso de unos pocos hinchas latinoamericanos en Rusia, en Colombia, en el Congreso, unos representante ebrios de triunfo electoral continuaron haciendo trizas la Justicia Especial para la Paz, tumbaron una vez más el proyecto para prohibir el asbesto y un senador le decía "vieja hp" a una colega durante una plenaria del Senado”.
Por lo tanto, es importante el auge de las redes sociales y la manera de comunicarnos, sin embargo la inmediatez ha llevado a que no se les dé a las personas la respectiva oportunidad de contar su versión de los hechos, para así dejar de señalarnos los unos a los otros con lo que pasa en el exterior. Lastimosamente, somos incapaces de hacer una autorreflexión sobre las injusticias que suceden en nuestras fronteras.
Y quiero cerrar con estas sabias palabras de nuestro nobel de literatura “en cada uno de nosotros `los colombianos` cohabitan, de la manera más arbitraria, la justicia y la impunidad; somos fanáticos del legalismo, pero llevamos bien despierto en el alma un leguleyo de mano maestra para burlar las leyes sin violarlas, o para violarlas sin castigo", decía Gabriel García Márquez, el 21 de julio de 1994, durante la entrega del informe de la Misión Colombiana de Ciencia, Educación y Desarrollo, en el Palacio de Nariño. Leer más aquí
