Por: Carolina Mejía, Comunicadora Social y Periodista
En Colombia, esta semana nos encontramos en una importante cuenta regresiva que determinará el futuro del país, por lo menos para los próximos cuatro años. En el marco de unas elecciones presidenciales álgidas, donde la polarización es el plato fuerte, nos levantamos todos los días bombardeados de noticias, encuestas y debates sobre el panorama político nacional, en todos los tonos posibles.
Y cuando hablo de todos los tonos me refiero también a la parodia, la cual hace parte de este coctel informativo que recibimos en varios momentos del día y que se ve representado en los memes que se viralizan en medios digitales.
La “papaya” para este tipo de mensajes sobra y más en esta época de elecciones: partidos políticos, candidatos y situaciones como la falta de tarjetones en las urnas para las votaciones al Congreso y consultas interpartidistas son el blanco perfecto para echar a andar la creatividad de aquellos innovadores de Internet.
Pero lo que muchos seguro no sabían es que los memes tienen su historia, evolución y que son una fiel representación de la cotidianidad y cultura de una sociedad. Sus inicios datan de los años 90 cuando imágenes animadas eran enviadas por correos electrónicos, dando un toque de entretención a los mensajes para que perdieran formalidad.
El término “meme” fue copiado por Internet del biólogo Richard Dawkins, quien en su libro “El gen egoísta” explica que los genes tienen la capacidad de replicarse en busca de conseguir la conservación. Esto también se puede aplicar a una idea, comportamiento o estilo de vida de una persona, que se expande como un virus en el cuerpo humano. De esta manera del término griego "mimeme", que significa replicable, Dawkins abrevió la palabra y nació "meme", para que sonara mejor junto a "gen".
Para desenredar la pita y aterrizarlo a lo que es un meme hoy en día en el mundo digital, el Diccionario de Oxford definió este término como aquel “elemento de una cultura o un sistema de comportamiento que se puede considerar ser transmitido de un individuo a otro. Que puede ser, además, una imagen, video o frase, que se transmite electrónicamente a partir de usuarios de Internet”.
De esta manera, un meme es un elemento visual, que puede combinar fotografía y video con texto para expresar de manera divertida situaciones o sucesos del acontecer mundial y nacional, así como de los sentimientos humanos, para que sea viral en Internet y en redes sociales.
Imágenes de futbolistas, presidentes, actores de Hollywood y hasta personajes como la Rana René, han sido inspiración de creativos, diseñadores, estudiantes, o gente del común que con solo una ocurrencia y un programa muy fácil de manejar da rienda suelta a su imaginación, algunos con el fin de divertir y darle un tinte distinto a la realidad, otros con el objetivo de desinformar y desprestigiar, porque como en todo la moneda tiene dos caras y su carácter anónimo ha llevado a personas malintencionadas a utilizar este tipo de mensajes para hacer daño. Los códigos de ética de quienes crean estas piezas deben primar sobre los intereses personales o de una marca.
En el panorama político los memes son el pan de cada día y en época de elecciones se convierten en una estrategia de comunicación digital llena de sátira, humor e ironía, que generan opinión y expresan el sentir de un pueblo frente a aquellos que aspiran tomar las riendas de un país, por la confrontación y el conflicto que llevan intrínseco, y del que no se salva nadie...
Memes hay por montones, estamos invadidos de ellos. Tienen en común su anonimato, sarcasmo y humor frente a acontecimientos políticos, de farándula, deportivos, tecnológicos, o simplemente a la vida cotidiana del hombre, la realidad y costumbres de un pueblo.
Por esta razón, es responsabilidad de todos los que somos consumidores de Internet hacer una pausa y analizar muy bien el mensaje antes de compartir un meme, porque si atenta contra la dignidad, integridad o valores de una persona o una sociedad estaremos contribuyendo de manera negativa a que se vuelva viral y alcance proporciones difíciles de controlar.


