¿CONSTRUIR O DESTRUIR EN LA RED?, ¡ESA LA CUESTIÓN!

¿CONSTRUIR O DESTRUIR EN LA RED?, ¡ESA LA CUESTIÓN!

Por: María Fernanda Barrientos, Comunicadora Social 

Gracias a la digitalización de los medios, los usuarios hemos tenido la posibilidad de conocer  lo que sucede a través de: noticias, crónicas, reportajes, blogs, columnas y entrevistas a nivel mundial, con tal inmediatez que se puede comparar al tiempo real.

Sin embargo, esta posibilidad también le abrió las puertas a los lectores, quienes, además de informarse, ahora cuentan con la oportunidad de comentar en las páginas oficiales de los diarios y las redes sociales,  todo lo que en ellos se publica.

Estos espacios, que en un principio, se crearon con  el objetivo de generar opiniones, debates y dinámicas entre la comunidad, ahora son,  en su mayoría, el lugar ideal para criticar y destruir a los protagonistas de las historias. No importa el nivel académico, estrato social, género o religión, en Internet nadie se salva de los comentarios mal intencionados de quienes no se ponen en lugar del otro y que por una razón u otra creen tener el derecho de escribir sin pensar en las consecuencias de sus palabras.

Así es, 140 caracteres son suficientes para  poner en la gloria a quienes consideramos nuestros íconos y para desprestigiar a los personajes que creemos no cumplen con los estándares sociales adecuados para nosotros.

Vamos por la vida con la plena convicción que nuestras acciones son mejores que las de los demás y no justificamos las actuaciones de las personas que cometen, a nuestro parecer, comportamientos indebidos.

Pero ¿no es  hora de realizar un cambio en nuestra propia conducta?, ¿qué tal si empezamos a demostrar más solidaridad con las personas que lo necesitan, en lugar de dedicarnos a ofender a los otros? Podría ser una patrón cultural enmarcado en la costumbre de ver cómo día a día la corrupción se toma el país, lo que conlleva a que como colombianos dejemos de creer en causas y personas que valen la pena por el miedo a que se pierda nuestra contribución o que simplemente sea un engaño para aprovecharse del buen corazón.

No obstante, la desconfianza y la incertidumbre no pueden gobernar nuestras actuaciones; es momento de transformar el pensamiento y dejar a un lado la polarización y los mensajes de odio en los que está inmerso el país. Así como nos unimos en  las desgracias internacionales a través de donaciones y numerales de apoyo en las redes sociales como #FuerzaMéxico, deberíamos también, desde las capacidades propias, empezar a apoyar a quienes ponen el alma y el corazón para salir adelante a pesar de las adversidades, a personas que sin importar las dificultades se levantan día a día  con la plena convicción de ser mejores para sus familias, amigos, y para el país.

Los medios de comunicación y las redes sociales son una ventana a  infinidad de universos, propios de sus protagonistas, con historias tan similares como diferentes a las nuestras, que nos ponen el reto de estar y comprender el lugar del otro. Como lectores y usuarios activos de internet tenemos la misión de entender el por qué de las actuaciones, cuáles son sus consecuencias y realizar un verdadero análisis  de la noticia, más allá de una primera impresión que puede desprestigiar a quienes merecen una oportunidad.

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