Por: Juan Pablo Pérez, Comunicador Social y Periodista
En los últimos años, la palabra influenciador ha tomado auge, al igual que las nuevas plataformas digitales, las cuales están estrechamente relacionadas con este fenómeno. Antes, para generar impacto en la opinión se debía ser una figura pública o tener acceso a un medio de comunicación; sin embargo, hoy en día esto no necesariamente es así.
Las redes sociales le han permitido a ‘nuevos’ personajes abrirse campo entre la masa e influenciarla tanto positiva como negativamente, en distintos sectores, gracias a su creatividad y la afinidad que generan con los públicos a través de la información que comparten.
De hecho, hace pocos días un estudio de la consultora Porter Novelli reveló quiénes son los influenciadores digitales más importantes de Colombia en los sectores de moda, opinión, consumo y deportes. Ver aquí
En cuanto a la política, se destacan Daniel Samper, Félix de Bedout, Antanas Mockus, Daniel Coronell y Vladdo. En este punto es importante destacar que dichos personajes están anclados a los medios tradicionales o a la política, de una u otra manera, es decir, las redes y lo tradicional se complementan.
¿Qué significa ser influenciador?
Usted debe saber que un actor no influencia, netamente, por el número de seguidores en sus redes sociales, de hecho cada micro audiencia tiene influenciadores distintos. Su relevancia depende de su interacción y el alcance de sus publicaciones.
Por lo tanto, llegar con un mensaje o campaña a su público objetivo, ahora es mucho más fácil gracias a los influenciadores. Eso sí, si esta alternativa está contemplada dentro de su estrategia.
Desventajas de la utilización de influenciadores
A primera vista, hacer uso de esta opción puede ser muy positivo. Sin embargo, no todo es color de rosa. Utilizar uno de estos personajes puede acarrear desventajas. Por ejemplo, varios deportistas se han visto involucrados en casos de dopaje, lo cual ha representado pérdida de reputación de marca, porque se convierten en embajadores de su imagen.
A veces, se puede explotar demasiado una marca, causando total repulsión en el público, como tiende a suceder con las bebidas energéticas.
En otras ocasiones, el influenciador acapara la atención y no el producto, o no se compromete con la marca y termina usándola equivocadamente; generando así un daño grave en su imagen y reputación.
Sea cual sea la estrategia que utilice, o para el fin que contacte a un influenciador, tenga en cuenta que todo esto parte de un objetivo principal en comunicaciones y emplear este tipo de estrategias debe tener una justificación y estar sujeta a una reestructuración, si así se requiere.


