Por: Valeria Esteban, Comunicadora Social - Periodista
El tema de la semana y que tiene triste a cientos de votantes por el Sí, es indudablemente el No ganador en el plebiscito llevado a cabo el domingo. Muchos se quejaron por el oso mundial que hizo Colombia, luego de haber firmado la paz con las Farc en Cartagena la semana anterior, con cientos de invitados internacionales como testigos; sin embargo, creoque como decía mi abuela ¨quien todo lo quiere, todo lo pierde¨ pues somos triunfalistas y estamos acostumbrados a hacer la fiesta antes de saber los resultados reales -esto aplica en todos los campos-.
Sin embargo, concentrándonos en las elecciones, son varios los puntos para analizar. Hubo un 62.6% de abstención, lamás grande en los últimos años, solo participaron de manera activa un poco más de 13 millones de colombianos, y ni las empresas encuestadorasle atinaron al desalentador resultado, pues en todas se daba el Sí por ganador, y aunque se sabía que podría haber abstencionismo, se puede decir que de poco sirvió tanto dinero invertido por el gobierno en publicidad y bombardeo constante para convencernos de votar positivamente, porque aun así triunfó el No.
Seguramente, muchos se dejaron llevar por el ´ya sabemos que ganará el Sí´ y no se animaron a salir, porque creían que con o sin su voto de todas formas triunfarían, otros tantos se dejaron afectar por las lluvias y en algunasregiones no alcanzaron a llegar los tarjetones ni los jurados… pero definitivamente lo que siempre digo: ´lo que debe ser, es y nadie lo cambia´.
No es tiempo de buscar culpables, ni de tristezas, es hora de reinventarnos y pensar que los acuerdos para lograr la tan anhelada Paz sí son posibles, y la guerrilla de las Farc, así lo ha manifestado en sus cuentas oficiales, manteniendo su voluntad y reiterando ladisposición de usar solo la palabra como arma para alcanzarla. Se dieron cuenta que en los lugares donde pidieron perdón el Sí fue definitivo; los colombianos sin excepciones, queremos la Paz y seguramente este será un paso para decir: revisemos los acuerdos iniciales, hagamos viable una mejor Colombia, justa y no acomodada a los intereses de unos pocos. El barco es grande y necesitamos de un buen equipo para timonearlo, no solo para criticar y lavarse las manos, pues el futuro del país, es compromiso de todos.
Para aquellos que solo tildaron decir que ´sienten vergüenza por nuestro país´ o que ´somos un país de mierda´, les recuerdo que somos colombianos hasta los tuétanos, aquí nacimos, aquí hemos triunfado y en otros casosfracasado, aquí están nuestras raíces y seguramente crecerán nuestros hijos y nietos, es el país que nos tocó y por el cual vale la pena seguir luchando. Es hora de pensar en una Colombia llena de esperanza, que construye desde el respeto, la tolerancia y el perdón verdadero, pues si se pide con el corazón, es imposible no darlo.
Seguramente tendremos que irnos a una Asamblea Nacional Constituyente, con intervención de todos los sectores y partidos políticos para revisar punto por punto los acuerdos de La Habana. El camino será más largo, pero podría ser más certero y real para una Colombia sedienta de un mejor futuro, de bajar las armas físicas, mentales y verbales.
Posdata: Valdría la pena empezar a hablar de la reforma tributaria, a la cual se le ha dado muy bajo perfil, pero que es muy ambiciosa y seguramente dejará mal parqueados tanto a los trabajadores, como a pequeños y medianos empresarios.
