LOS JUEGOS DEL HAMBRE

LOS JUEGOS DEL HAMBRE

Por: Valeria Esteban - Comunicadora Social y Periodista

A propósito de la finalización de la décimo quinta versión de los Juegos Paralímpicos en Río 2016, tenemos que hablar de todos los sin sabores que vivieron los atletas para cumplir su sueño de participar y ganar.

Si bien es claro que para nuestro país, fueron los mejores juegos en cuanto a desempeño deportivo con 17 medallas y 55 diplomas que nos ubicaron en el puesto 37  de todos los países participantes -producto de años de esfuerzo, dedicación y entrenamiento el Comité Olímpico Colombiano - COC, se sintió desfallecer cuando se dieron cuenta que debían cubrir un gran porcentaje de los costos de traslado para la participación de nuestros compatriotas; todo debido a problemas financieros del comité organizador, que impactan negativamente la reputación de los Juegos, creados en 1960.

A lo anterior, se suma la falta de patrocinio, pues las marcas, poco o nada se interesan por este tipo de eventos que  no les permite ´Sacarle el jugo´ a los atletas con discapacidades, que poca visibilidad y oportunidades tienen, y porque además ya le han entregado todo el presupuesto a lo que se lleva el raiting:  Los Juegos Olímpicos, terminados un mes antes, dejando sin posibilidades de un ‘empujoncito’ a los verdaderos guerreros. Aunque vale la pena aclarar que el Comité Paralímpico Internacional - CPI –, permite el anuncio de marcas patrocinadoras en uniformes y sitios donde se llevan a cabo las competencias -a diferencia de los otros-.

Así las cosas, hasta el público que debía pagar boletería, se abstiene de ir a los estadios para llenarlos y animar a los deportistas. De tal manera que el departamento de mercadeo del CPI  debió activar una campaña de emergencia conocida como: #FillTheSeats (llena los asientos), que posteriormente tuvo el apoyo del gobierno de Brasil, para motivar donaciones en efectivo, que permitieran que los jóvenes y discapacitados nacionales  entraran a llenar las sillas vacías y apoyar a los atletas.

Pero el recorte también afectó a los medios de comunicación, que son quienes se encargan de contar al mundo entero lo que está sucediendo, cada vez más minimizan la cobertura. En Colombia, por ejemplo, canales como Caracol T.V. y RCN T.V.  enviaron alrededor de 50 personas cada uno, para el cubrimiento de los Olímpicos. En cambio, se pueden contar con los dedos de una sola mano los que cubrieron los Paralímpicos, totalmente bajo perfil y con poca iniciativa periodística, paradójicamente ante historias tan fascinantes de superación, dignas de un argumento de película.

Por todo esto, me atrevo a decir que aunque “los obstáculos son una oportunidad” como lo afirma Philip Craven, Presidente del CPI,  los Juegos Paralímpicos de Río, fueron  verdaderamente ´Los juegos del hambre´. Esperemos que los Juegos de 2020, que se realizarán en Tokio, se lleven los aplausos no solo por la cantidad de competidores con buen desempeño, sino porque el presupuesto esté bien administrado de principio a fin y sean más claros los incentivos económicos para estos verdaderos héroes, que desafortunadamente aunque le ponen el alma, siempre estarán por debajo de las justas Olímpicas convencionales y de la mirada del mundo entero.

Los comentarios están cerrados.