Internet y su reputación en caída

Internet y su reputación en caída

Por: Rodrigo Beltrán, Presidente Bells Medios

A propósito del artículo de la revista Time publicado en su más reciente edición, de cómo la Internet se ha convertido en un factor de odio entre  millones de usuarios, quiero hacer la siguiente reflexión.

Recordemos que  la Internet nació tímidamente en 1969 y se convirtió en un medio de transmisión activo en 1990. Sin lugar a dudas, este invento en la comunicación global, ha sido una de las noticias más importantes del siglo pasado y de la historia de la humanidad.

Lastimosamente, luego de 26 años de tener este innovador servicio de comunicación - con todos sus desarrollos tecnológicos y  de penetración en lo que se conoce como redes sociales - sin pronósticos de nadie, se ha tomado el mundo entero. Según expertos, es hoy una herramienta potencial sin límites que permite el manejo de las emociones, incluyendo la manifestación cruda y ‘encubierta’ del ODIO entre los usuarios, sin contemplación de culturas, diferencias políticas, edades, razas y/o religiones.

Este sentimiento en Internet, está basado en un manejo sin control, sin ética, sin valores, sin norma ni legislación efectiva, que se aprovecha segundo a segundo de cualquier internauta desde cualquier  punto de la tierra donde se encuentre.

Motivo de más para que muchos le dieran la razón al escritor y filósofo italiano Umberto Eco cuando en el 2015 calificó a las redes sociales como “una invasión de imbéciles”,  agregando que “dan el derecho de hablar a legiones de idiotas y que “el drama de Internet es que ha promovido al tonto del pueblo como el portador de la verdad”.

Hoy Internet es presentado por la revista Time como una fuente de odios,  en donde se presentan miles de casos diariamente,  que van desde insultos, amenazas, desarrollo de delitos nunca antes vistos y hasta ataques cibernéticos, todos refugiados en el reino de los cobardes, sin  cara ni rostro, convirtiéndose en muchos casos en la diversión de sicarios morales… o sea,  como el viejo refrán en el que se tira la piedra y se esconde la mano.

La pregunta es: ¿Nos quedó grande este invento a los seres humanos, supuestamente civilizados?, ¿Se convirtió en una válvula de escape de algunos enfermos mentales cargados de resentimientos, producto de su pasado y presente?, ¿Es el canal de la locura de los locos?.

Cabe aclarar que no somos todos los que estamos acabando con la reputación de la Internet, por ello, cuando esté frente a su pantalla del computador o móvil de alta tecnología con opciones sin límites, respire un segundo, piense con sentido común, aléjese de influencias personales y desarrolle una comunicación con responsabilidad y valor en la ética; es mejor pensar que la red es también la voz de aquellos que no son oídos a través de otros medios y la que lleva el conocimiento a quienes lo necesitan.

Los comentarios están cerrados.