‘Y todo nos parece normal’

‘Y todo nos parece normal’

Por: Rodrigo Beltrán

Presidente Bells Medios

 

Somos parte de una sociedad civil que parece ser de otro planeta, lejana y que huye de una realidad que, día tras día asume con honor y orgullo, la vergonzante indiferencia hacia su comunidad, al dolor ajeno del vecino cercano, del pasado, del presente y futuro de la nación.

 

Dicen que somos el país más feliz del mundo pero, si por felicidad se entiende permanecer congelados en el tiempo ante los hechos que nos comprometen, pues no solo somos el más feliz  del mundo, sino también del universo.

 

Y lo más triste es que ‘todo nos parece normal’: que seamos el primer país del planeta con mayor desplazamiento forzado superando los 6 millones de casos, el número 18 en la región en la lista de los más corruptos, el que lleva más de 100 niños muertos por desnutrición en departamentos como La Guajira en lo que va corrido del 2016, en el que la cifra de casos de violencia intrafamiliar  aumenta como pan caliente, y donde la violación a niños se volvió cotidiano, pero ‘todo nos parece normal’.

 

Según la Gran Encuesta Colombia Opina realizada en marzo de este año, el 82% de los colombianos tiene desconfianza en el Congreso, el 80% en la justicia y el 76% en el Gobierno… mejor dicho, ni nos importa ni creemos en nadie ni en nada. Además, el calvario del exceso en la tramitología en el país sigue siendo un desgaste absurdo para el ciudadano, por ejemplo tener una cita médica en Chaparral, Tolima toma alrededor de 9 horas y media, un tiempo mayor a una jornada laboral; en Medellín sacar el RUT le toma en promedio a una persona 6 horas y 13 minutos, pero seguimos siendo el país más feliz del mundo.

 

Como si lo anterior fuera poco, a 2015 las cifras hablaban de 2.700 secuestrados por la insurgencia, y más de 39 mil víctimas y hogares destruidos como consecuencia de este terrible delito… ‘y todo nos parece normal’. Un 2 por  mil que nos clavaron a todos los colombianos de a pie para proteger a los bancos, el cual fue implantado con vigencia de año y medio en 1998, luego convertido en impuesto temporal del 4 por mil  y hoy, 18 años después, sigue intacto, a pesar de que estaba aprobado un desmonte gradual.

 

El sector financiero muy digno en las primeras páginas de los diarios anuncia, con bombos y platillos, ganancias en el 2015 de la bobadita de 13.3 billones de pesos, mientras que en otras secciones y el mismo día se cuenta que Colombia ocupa el segundo lugar en América latina en el ranking de desigualdad… Razón tiene Thomas Piketty, uno de los economistas más importantes hoy en día, quien afirma que el 20% del ingreso de Colombia está en manos del 1% de la población.

 

Somos un país en el que las ‘familias más notables’ se roban la ciudad; bogotanos o no, como los mejores pillos delincuentes estafan a sus ahorradores y compran propiedades con plata ajena en el exterior, crean carruseles de contratos, haciendo multiplicar hasta por tres los costos de las obras o dejándolas inconclusas… ‘Y todo nos parece normal’.

 

Podría llenar toda una biblioteca entregando ejemplos múltiples de nuestra sociedad civil dormida y conformista… Colombia es un país en donde todo pasa, todo puede pasar y no pasa nada. Solo me queda recordar al expresidente Darío Echandía quien en los años 60’s afirmó: “somos una nación de mutilados mentales, un país de cafres”.

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