Por: RODRIGO BELTRAN-
Presidente Bells Medios (oficina de comunicaciones)
En 20 años, en el campo de las Relaciones Públicas, las estrategias serán sorprendentemente naturales, la innovación en este campo irá a la par, aprovechando los avances tecnológicos. Sin embargo, las tácticas exitosas serán aquellas que se mantengan limpias y no contaminadas en su totalidad por la tecnología, las que con audacia, sentido común y sencillez, mantengan el código directo, básico y afectivo del “face to face”. Esta será la gran diferencia, el plus del éxito. Las RRPP no podrán ser superadas ni siquiera por cualquier otro medio que venga después del internet, debemos volver a mirar a los ojos, a la complicidad que se da al compartir un café para comentar y determinar quién es el personaje que tienes al frente y cómo abordarlo cada vez que se necesite.
Recordemos que para hablar de Relaciones públicas, debemos saber que se trata de palabras entendidas en términos de estrategias que buscan fortalecer la imagen de una marca, llámese productos, servicios o celebrity. El objetivo, es impactar de manera positiva, generando una excelente visibilidad y reputación de la marca. Es un tema tan importante, que no se debe combinar con otras gestiones, aunque si es prudente llevarlas paralelamente, para lograr la satisfacción total, tanto de la marca como de sus stakeholder. Es decir, la mejor manera de trabajarlo es con consultores externos.
Las RRPP son consideradas dentro del marco de: El lobbying, organización de eventos, la responsabilidad social (RS), manejo de crisis, entrenamiento a voceros y el free Press ó divulgación en medios de comunicación tradicionales y digitales, siendo este último donde mayormente se requiere presencia porque la tecnología se tomó nuestros espacios, permite inmediatez y la velocidad que se requiere al enviar una noticia.
Me quiero centrar en el campo de Divulgación en medios o free press donde No necesariamente regresaremos a lo básico, debemos rescatar el valor de la noticia para efectos de impacto en la información, el perfil de los comunicados empresariales en 20 años serán reevaluados, de lo contrario serán impublicables, se debe recuperar el valor de lo “realmente importante” y no cargar la información de mensajes repetitivamente publicitarios. En cuestiones de seleccionar lo que se publica, se debe enviar la información con fino estilo periodístico, completa, sin rayar en “la carreta”, ni en lo mínimo como información suelta que no permita hacer noticia, pues cada vez los periodistas tienen más frentes que trabajar y menos tiempo para seleccionar lo que realmente es de interés público. Los periodistas eligen muy bien de dónde sacan la información a quién se les cree y a quién no, por eso lo ideal es que las marcas seleccionen muy bien la persona o empresa encargada de sus relaciones públicas, pues deben aprender la filosofía de la empresa y consolidar los frentes de trabajo. Este no es un tema de medir con inmediatez, ya que sus resultados se generan a largo plazo, por esta razón la inversión en RRPP cobrará más importancia y se deberá programar como permanente, inversión a largo plazo, como uno de los gastos fijos. El público será, cada vez más inteligente y no se dejará llevar solo por el tono de la publicidad, Las RRPP son un trabajo paralelo que muestra otras ventajas y responsabilidades de la marca, orientando el verdadero mensaje. Esto ya que muchas empresas optan por el servicio de Relaciones Públicas, únicamente cuando necesitan “apagar incendios” y manejar la opinión pública de manera sutil. Los profesionales en esta área deben saber que los clientes de una marca son cada vez son más inteligentes, hacen valer sus derechos y no le creen tanto a la publicidad como sí a las campañas “reales” llámense sociales o de alto impacto y a las notas periodísticas, por eso debe evitar “sorpresas” que dañen la reputación de la marca que se asesora.
En 20 años, como herramienta para aumentar la productividad y resultados corporativos, las estrategias limpias en relaciones públicas y la divulgación seguirán de la mano, cobrarán cada vez mayor valor, la credibilidad e impacto estarán sustentadas, no en lo cuantitativo, cantidad de espacios en los escenarios de canales de comunicación, sino exclusivamente en la calidad y autosuficiencia del mensaje caracterizándolo por ir en contravía a la velocidad del mundo y que estará enmarcado en rescatar y adentrarse en la fibra, lo humano, lo tangible, lo cotidiano, lo que va por dentro del ser ciudadano...
En las próximas dos décadas, viviremos el máximo clímax del bombardeo mediático de mensajes indistintos en redes sociales, canales de comunicación y géneros que subsistan, la lucha por mantener una estrategia en divulgación que marque la diferencia será una constante para creativos y estrategas. En general, será más complejo ser auténtico en medio de ese escenario. Paradójicamente la preocupación no será buscar cada vez más espacios para llevar mensajes con interés en la opinión, los canales serán múltiples, incluso muchos de ellos propios de las Marcas. El gran reto será como lograr que ese mensaje rescate o multiplique el valor de la marca con sentido informativo y no comercial.


